Susana Arce – Bio
El textil parece algo eterno, capaz de atrapar el tiempo y transmitir lo vivido.
La lana, la seda, el hilo y el trabajo con los tejidos han ayudado siempre a Susana Arce a definir su identidad. La atracción por los materiales que han acabado constituyendo su alfabeto se remonta a su infancia, por las tardes de aprendizaje junto a su abuela.
En sus obras confluyen poesía, luz y tejido para hablarnos del paso del tiempo, de la vida como un viaje en búsqueda de la verdad y del propio yo más allá de los miedos y los obstáculos, de la belleza de las marcas y transformaciones que inevitablemente este trayecto provocará en nosotros y de la necesidad del otro en este camino de conocimiento.
En 2005 se trasladó a vivir a Inglaterra donde conoció la técnica del fieltro nuno, estudiando en el West Dean College of Arts and Conservation. Esta técnica le permitirá crear texturas y volúmenes combinando diferentes tejidos con la lana. Desde 2016, tras un viaje de investigación en Japón, en el que conoce la obra de Itchiku Kubota, Susana Arce se dedica completamente a la creación artística a través del textil.
Ha expuesto en Peninsulares, 4º Encuentros Ibéricos de Arte Textil Contemporáneo (Museu de Lanificios Covilha, Portugal y EL Brocense Diputación de Cáceres) (2023), National Silk Museum de Hangzhou(2020), Museo del Traje de Madrid (2017), en la Diputación de Albacete (2021), en Espai La Galeria (Terrassa) y ha participado en el proyecto expositivo 2+dos=5 con la exposición colectiva Traído (por el viento) en la Sala Muncunill de Terrassa (2019).
Declaración artística
Aunque estudié Biología por circunstancias familiares, desde muy pequeña he sentido una enorme atracción por el textil, ya que aprendí a tejer con mi abuela, y creo que trabajar el tejido, la lana, el hilo me ha ayudado siempre a mantener mi propia identidad. El textil me parece algo eterno, que atrapa el tiempo y trasmite lo vivido. El fieltro tiene algo orgánico, y vital, donde el sentido del tacto es muy importante.
Cuando amaso la lana para insertarla en la seda, hay un momento en el que mis manos sienten cuándo se ha convertido en un tejido, y para mí es algo casi mágico, que me permite entrar en comunión con lo que hago. Como decía Chillida “el tacto es más que un sentido, es la interacción de todos los sentidos".
El paso del tiempo, la memoria, el olvido y el vacío que deja la ausencia, la superación de uno mismo, y la necesidad del otro en nuestro camino vital, son los temas que mayormente inspiran mi trabajo.